Parece que todavía hay una gran brecha entre la comunidad LGBT y la Iglesia Católica, y con una reciente declaración del Vaticano, la relación podría seguir igual o peor durante mucho tiempo.
El Vaticano se niega a bendecir los matrimonios del mismo sexo
El Vaticano se ha pronunciado y ha declarado que no bendecirá las uniones entre personas del mismo sexo. Esta decisión se expresó en un anuncio público el 15 de marzo.
En el anuncio, se refirieron a la homosexualidad como algo que es totalmente una elección, pero sin embargo sugirieron de alguna manera que es una forma de pecado y que la unión gay sigue sin ser correcta a los ojos de Dios.
El Papa Francisco ya se ha pronunciado antes sobre los homosexuales de forma un tanto amistosa, lo que puede haber dado luz y esperanza a algunos gays y lesbianas católicos de todo el mundo, pero tras este nuevo anuncio, sin duda muchos volverán a sentirse desesperanzados o decepcionados.
La homosexualidad es un pecado.
La Congregación para la Doctrina de la Fe es una de las principales oficinas doctrinales del Vaticano. También escribió en la declaración que Dios no puede bendecir la unión gay, porque es un pecado y la bendición de tal unión no puede ser considerada lícita a los ojos de la Iglesia Católica y de Dios.
Se trata de una situación bastante complicada, ya que el mundo sigue avanzando en el progreso de la sociedad como civilización y muchos países del mundo ya han acogido a sus comunidades homosexuales, no sólo en términos de derechos legales y civiles, sino también en términos de matrimonio y asociación.
Pero la Iglesia se niega rotundamente a aceptar este cambio, aunque sea a pequeños pasos, lo que es bastante preocupante tanto para los creyentes como para la Iglesia, que, con su ortodoxia, no hace más que alejarse cada vez más del público joven y corre el riesgo de desaparecer en el futuro.